SOMOSMASS99
Víctor Corona*
Lunes 17 de junio de 2024
Aunque ya hayan pasado cinco
Ayer se cumplieron cinco años desde que mi padre murió
cada año después de su muerte
cuando se acerca el calor
mezclado con las lluvias de mayo
recuerdo que fue por estas fechas
porque no sabes si ponerte un abrigo
un suéter
unos pantalones cortos o una camiseta
entonces recuerdo
que eran finales de mayo o principios de junio
de hace 5 años
y las cosas se derrumbaron
porque aunque sepas que la muerte está aquí
oliéndote la nuca
acariciándote los pies
paseando sus dedos
la comisura de tus palabras
sorprende
aunque seamos mexicanos
y disque nos riamos de la muerte
saca de onda el chingadazo
de la muerte
aunque sea esperada
porque la manera de vivir de mi jefe
-mi jefe es mi padre-
del comandante
era así
al filo de la muerte
como dice Nari
en sus carcajadas
sin miedo a nada
sin concesión a la cordura
más que el peso de la responsabilidad
de resolver
y mi jefe resolvía
vistiéndose de verde
en sus tiempos de soldado
o haciendo tortillas de harina
o pegando bloques
o pushando carros
o empeñando su mosquetón de la Segunda Guerra
en la tiendita del Villa
por unos litros de leche
y unos 40 pesos de queso fresco
para los chilaquiles
él resolvía
Ayer se cumplieron cinco años desde que mi padre murió
y como yo no soy como él
intenté distraerme leyendo un texto de Aníbal Quijano
pensando en esa charla que tengo que hacer en septiembre
donde lo quiero romper todo
como si yo
pudiera romper algo
con estos sentimientos que no sirven
¿verdad Nari?
siempre mirando pa’trás manin
Intenté dejar que las cosas pasaran
asumir la tristeza con actitud
sin hacer tanto escandalo
pasé por la tienda de Yassir
de vuelta pal’ cantón
y pensé
me compro una cheve
o dos
para compartir
ese sabor
esa sensación
que le envenenaba
-amor del bueno-
y no de ese que dura cinco años
ese que calmaba su sed desde dentro
que le hacía volver los ojos hacia el centro
la paz para todos esos demonios
Llegué a la casa y me senté
sin cerveza
en el sofá
me quité los zapatos
-en junio siempre tengo mucho calor en los pies-
pensé en hacer té verde
antes de ir a correr
y luché por no recordarle demasiado
las manos ásperas
el aliento alcohólico
ojos inyectados de rojo
el bigote
así
bien pinshi mexicano
su caminar
– como el mío-
lento y encorvado
sus temblores de Parkinson
sus pies
también
idénticos a los míos
No es bueno hacer promesas que no vas a cumplir
nos vemos pronto fue lo último que me dijo
-aquí los espero-
me dijo
y yo pensé que aquí era Ensenada
y fui corriendo a buscarle
corriendo desesperadamente por todos los aeropuertos
absurdamente felices
de holandeses
de franceses
de ingleses
que se van de vacaciones
con todas las vacunas puestas
y sus cremitas para el sol
regresé a buscarle pero ya se había muerto
solo alcancé a cerrar la puerta del ataúd
para verle por última vez
y darle un beso
Ayer se cumplieron cinco años desde que mi padre murió
y pienso
si tuviera la oportunidad de hablar con él
le diría
que mi jefita está bien
que ya aprendió a manejar
que desconfía de todos
que nos acordamos de él
entre risas
que Brenda me dice que lo ve en mi cara
y se le ilumina todo
que el Koki está enamorado
y me da mucho gusto verlo feliz
así como se ponen los cactus
cuando cae la lluvia en el desierto
que Itzel y Manel crecen
y aunque sonrió cuando Manel me pregunta
¿qué diría el abuelito de nuestro hámster?
por dentro se despierten esos demonios
-los mismos que tu tenías-
Ayer se cumplieron cinco años desde que mi padre murió
si pudiera hablar con él también le diría
que sigo en la lucha
que voy de arriba abajo
en tren
en avión
en bus
en coche
resolviendo
trabajando
bregando
que la tristeza que me dejó su muerte
y toda esa avalancha culera que deja
-como dice Anuel-
el amor cuando se enreda con la muerte
se desvanece
o se transforma también
en mis pasos
que son en cierta forma sus pasos
y que ese aquí donde me espera mi jefe
no es Ensenada
ni ningún sitio
es el espejo en el que me miro
cuando me peino por las mañanas
Ya es junio y hace calor
¿o hace frio?
me pongo una camiseta o mejor que lleve un suéter
ya han pasado cinco años y de nuevo se acerca el verano
pero todavía no
es como cada año
aunque ya hayan pasado cinco
* Víctor Corona estudió Literatura Hispanoamericana en la Universidad de Guanajuato, México, y el doctorado en la Universitat Autònoma de Barcelona, España. Actualmente es investigador por l’École Normale Supérieure de Lyon, Francia.
Foto de portada: Vía Víctor Corona.
3 Comentarios
Lindo y nostálgico aunque siempre presente. Y quizás las mejor foto que tuvo y tiene.
Fue alguien muy querido por lo que leí, me hubiera gustado conocerlo.
Un abrazo, Victor. 5 años ya, ni parecen tantos pero se sienten muchos más, lo sé de primera mano.
Saludos